La economía planificada del régimen comunista chino ha llegado al mundo del futbol, el deporte favorito del presidente Xi Jinping, ya que China presentó este lunes un programa a largo plazo de este deporte, cuya meta es "hacerse sitio entre los mejores equipos del mundo hacia 2050", según se lee en el documento.
El plan, elaborado por la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, el principal órgano de planificación económica, prevé tres fases de crecimiento de este deporte en el país para que a mediados de siglo logre estar en la elite que ahora ocupan naciones como Brasil, Alemania, España, Italia o Inglaterra, entre otras.
La primera fase, hasta 2020, prevé desarrollar el futbol base para que en todo el país haya 20 mil escuelas de futbol, para que más de 30 millones de estudiantes de primaria y secundaria jueguen este deporte.
Varios equipos europeos, como el Real Madrid, el Barcelona o la Liga Española, ya tienen escuelas en China, sobre todo en grandes ciudades, aunque el programa nacional estudia extender estas iniciativas a todo el país.
En la segunda fase del plan, de 2021 a 2030, China espera que su futbol femenino vuelva a ser uno de los mejores del planeta (en 1999 logró el subcampeonato mundial, pero después ha bajado de nivel) y el masculino sea por lo menos uno de los más importantes de Asia.
Para la tercera fase, de 2030 a 2050, el país "irá por todo para lograr el objetivo de ser una de las mejores naciones del mundo", subraya el plan.
La Selección de China sólo ha jugado un Mundial, el de 2002 en Corea del Sur y Japón, donde perdió todos sus partidos, y el bajo nivel de este deporte en China contrasta con la gran afición que hay en el país, que muchos equipos europeos incluyen ya en sus giras de pretemporada.
En los últimos años se ha intentado mejorar la calidad con grandes inyecciones financieras en los clubes de la Liga China, donde los fichajes ya alcanzan precios comparables a los de las grandes competiciones de países europeos.