El futbol ha demostrado ser impredecible y en la Final de Champions League no puede darse a alguien como claro favorito, y por más que el Real Madrid luzca como el equipo más fuerte de esta edición, tiene prohibido colgarse dicha etiqueta.
Atlético de Madrid cuenta con un buen plantel, un entrenador exitoso y un delantero como Antoine Griezmann, quien puede cambiar el destino del partido en cualquier momento, pero además podría beneficiarse de otro aspecto estadístico no contemplado.
Desde hace seis años, el equipo que resulta campeón del torneo es el club que elimina a uno de los cuadros dirigidos por Josep Guardiola. En esta edición, tocó el turno al Atlético de Madrid en las Semifinales del torneo.
En 2010, Inter fue el campeón al ganar 2-0 al Bayern Munich. En ese certamen enfrentaron en Semifinales al Barcelona, entonces dirigido por el español; el conjunto italiano, comandado por José Mourinho, los eliminó y a la postre levantó la Orejona.
Dos años después, la historia de Pep se repitió. Esa vez fue el Chelsea, dirigido por Roberto di Matteo, que venció a los blaugranas de Guardiola en la antesala por el título y, al final, se convirtió en el rey de Europa.
En la temporada 2013-14, Guardiola, ya en la dirección técnica del Bayern Munich, se encontró en 'Semis' al Real Madrid. El resultado global de 5-0 lo dejó fuera de la Final y el monarca del torneo resultó ser nuevamente el verdugo del timonel español.
La tendencia se repitió en 2015. Otra vez, en la antesala de la Final, el cuadro bávaro cayó, ahora contra Barcelona y éstos fueron los ganadores de la Champions League.
En la presente campaña del torneo continental, los Colchoneros eliminaron en Semifinales al Bayern, que tenía a Pep Guardiola en su banquillo.
Es por ello que si este sábado logran vencer a los Merengues en la Final, la ‘bendición de Pep’ se repetiría por quinta ocasión consecutiva.
