La Real Sociedad aprovechó la pobre imagen ofrecida por la UD Las Palmas y le bastó un solo gol de Mikel Oyarzabal en la primera parte para llevarse los tres puntos del Estadio de Gran Canaria, en un partido donde Héctor Moreno se quedó en la banca.
El triunfo visitante fue mucho más cómodo de lo que delata el mínimo marcador final, porque, a pesar de no jugarse nada, mostró más agresividad y orgullo que un rival necesitado, pero que con esta nueva derrota termina de cavar su fosa hacia Segunda División.
En el Día Internacional del portero, los futbolistas de campo de Las Palmas cedieron todo el protagonismo a su compañero Leandro Chichizola, y el argentino se lució en solitario. Paró casi todos los remates de la Real, salvo el que convirtió Oyarzabal con la zurda tras controlar el balón con la cabeza, superando a Ximo Navarro, después de un pase de Illarramendi desde el círculo central, sin oposición.
Willian José, Januzaj, Canales, de nuevo Oyarzabal y hasta los defensas Kevin Rodrigues y Raúl Navas dispararon a la portería contraria en un carrusel de oportunidades en el que Chichizola evitó una goleada de escándalo.
En cada ocasión desperdiciaba, la Real indultaba a un equipo isleño que presentó otra alineación extraña, con su máximo goleador, Jonathan Calleri, de nuevo suplente, y jugadores que pasan directamente de la grada a la titularidad, como el discutido Tana.
En la segunda parte mejoró tímidamente Las Palmas, aunque no consiguió evitar las claras ocasiones de una Real Sociedad que seguía a lo suyo, una máquina de errar ocasiones, como queriendo darle al partido una emoción que no tenía.
Con más de media hora por delante, entró Calleri por un lateral, y el equipo amarillo pasó a jugar con defensa de tres, agrandando el descalabro defensivo, y el enfado de una afición desencantada.
Precisamente Calleri tuvo las mejores ocasiones del partido para los amarillos con sendos remates de cabeza que se marcharon por encima del travesaño.