Oswaldo Alanís entiende su experiencia europea como una carrera de resistencia, no de velocidad. “Como algo desafiante”. Mientras futbolistas como Carlos Salcedo han regresado al futbol mexicano, Oswaldo talla paciente, con el filo de la perseverancia, la búsqueda de la felicidad.
Actualmente, descifra los caminos en el Real Oviedo, se traslada en camión a los partidos, pero lo “valora” y lo “disfruta”. Abierto de capa, en charla con RÉCORD, confiesa que no planea estancarse, pero sentencia que no tomará la salida fácil. Por eso rechazó la oferta de Chivas y de dos equipos más. Hoy por hoy, Alanis prefiere nutrir el alma, antes que el bolsillo. Quiere tener más experiencias que departamentos…
En esta aventura europea estás sacrificando cosas, ¿cómo lo describes?
En pocas palabras, como desafiante y alentador. Además, sacrificando, con muchas situaciones que me han tocado vivir, que al final le dan ese sabor, esa chispa, que te hacen valorar y ver las cosas positivas. Cosas buenas van a venir.
Podrías estar en México, en una zona de confort, pero haces trayectos en camión. Tienes contacto con la realidad, ¿no?
Con la realidad y con la base de este hermoso deporte, que es un juego. Regresas a esas bases y por lo que juegas: juegas por divertirte, por competencia. Las cosas externas matizan un poco y valoras todo lo que te da el futbol mexicano, donde hay vuelos y las distancias son más largas, porque en Segunda las ciudades no son tan grandes, efectivamente te bajas un poquito a eso que estás acostumbrado, pero no sufres, lo disfrutas.
¿Has crecido más en el tema personal o en el futbolístico?
En los dos, tengo trabajos personales. Estoy creciendo en todos sentidos. O sea, es de una manera buena, lo disfrutas. No estás en hoteles de lujo, pero estás con todo lo que necesita un ser humano para vivir bien y desempeñar bien su profesión, claro que ya estando en un nivel más alto, tienes más lujos y beneficios que nadie está peleado con eso. Pero estoy enfocado en disfrutar este sueño.
Has tenido ofrecimientos de México y les has dicho que no. No cualquiera. Recientemente volvió Carlos Salcedo, ahora Layún (podría llegar a Rayados) ¿En dónde radica el punto de decir: ‘hasta aquí’?
Si supiera cómo piensan ellos, podría decirte algo más preciso, pero depende de muchas cosas, de la familia, de la situación en el club, de la edad. Digo, me sorprendió porque uno quiere seguir en un nivel y seguir creciendo; si crees que hay un compañero que puede seguir creciendo, es donde extraña mucho al ámbito mexicano, que hayan regresado a México, pero si están felices y van a demostrar su mejor futbol, ahí no me meto mucho. Yo sí me voy a enfocar en tratar de dar lo máximo. En su momento también me tocará, si Dios quiere, regresar a México y no lo voy a tomar como un fracaso, será una decisión como la que tomé ahorita de seguir en Europa.
Pero estar allá cuesta mucho, ¿no? Como para regresarse…
Sí, llegar es muy difícil. Eso sí, un hecho cierto y neutro, es que poder estar acá es un filtro más grande, en una liga top, es un filtro todavía más grande, pero también ganar buen dinero es otro filtro y a lo mejor acá no es lo mismo que en otro lado, depende de las prioridades de cada quien. Por ejemplo: se cuestionó a Vela porque se fue a la MLS, porque creían que estaba en decadencia y lo buscó el Barcelona.
Pareciera que en 20 años vas a voltear hacia atrás y este tipo de cosas que estás haciendo nutren la satisfacción…
Das en el punto de mi decisión de venirme y de estar acá. Lo ponía en un ejemplo muy palpable, se lo decía a mis amigos y a mis papás: Cuando tenga nietos o a mis hijos, quiero contarles o preferiría contarles que estuve viviendo en España, que trabajé en España, que viví tal experiencia en Europa, más que decirles que tengo dos departamentos más. Me va a dar más satisfacción que decirles que tengo cinco departamentos. Me va a dar más satisfacción decirles que estuve en tal liga, que tuve experiencia en Europa, a que tuve tres departamentos más. Sí es una de las partes por las que yo estoy aquí, por las que decidí un desafío propio para seguir creciendo y lograr los sueños.
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¿Cómo impacta internacionalmente para México la llegada de Lainez a España y cómo esto le sirve de motivación a ti y al resto?
El que más mexicanos vengan da orgullo, felicidad y gusto. Habla bien del futbol mexicano y ayuda a que se tenga más confianza para que haya más jugadores. Es muy bueno, ojalá hayan más jugadores que se atrevan, de cierta manera, que también se decidan a hacerlo, que prefieran y opten por desafíos de esta manera, más que comodidades que de repente se tienen en otros lados por estar con dinero, con tu gente. Es de cada uno sumar para que crezca.
La calidad de vida juega, como en el caso de Memo Ochoa. Ese tipo de cosas también juegan para querer ir y no regresarse de Europa, ¿no?…
Sí, son varias cosas, todo el entorno, del extrañar, de añorar. Hay diferentes personalidades. A Memo le encantó, vive feliz en Europa, por otras cosas: por seguridad, por estabilidad, por otras muchas cosas que puedes tener. Yo estoy feliz, contento, disfrutando, con momentos que te cuestan, con cosas que estoy trabajando.
¿Hay algún momento en el que te has mirado al espejo desesperado? ¿Has echado mano de alguna fuerza interior?
Sí, varias veces, estoy acompañado, pero es una labor personal que cuesta; sí han llegado momentos en los que tienes que sacar una fuerza interior. El ser humano siempre va a querer más y mejor. Hay situaciones que se complican y dices ¿Estaré decidiendo de la mejor manera?, pero te enfocas en lo positivo y buscas transformarlo. Pero de que he tenido que sacar fuerzas, en algunos momentos, sí. Hay use entrarle a las patadas y aguantar. Aunque hayan reveses, vienen cosas positivas.
¿En esta búsqueda tienes un plazo?
En Primera, en donde pueda seguir creciendo. Sí tengo la idea de seguir creciendo, no me gustaría estancarme, no es la idea, no me voy a estancar, seguiré en esa búsqueda, pero no tengo un plazo definido, porque, últimamente, es un poco mi filosofía que las cosas se van a ir dando. Me enfoco en cómo dar todo en mi presente sin decir: ‘Si no funciona, me regreso en seis meses, o en tres años, o nunca, porque no estoy cerrado a que las cosas salgan bien’. Al final el destino siempre te recompensa.