Una genialidad de Aspas para culminar un contragolpe abrió la victoria del RC Celta en Balaídos ante el CA Osasuna (2-1), un triunfo que, pese al dominio navarro durante la segunda mitad, sella la permanencia del conjunto celeste en la Liga Santander.
Eduardo Coudet apenas retocó su habitual equipo titular: solo presentó las novedades de Aidoo y Fontán en defensa; Jagoba Arrasate varió casi todo el conjunto que había ganado al Valencia, revolución con nueve cambios, un nuevo equipo salvo Sergio Herrera y Oier.
El Celta sufrió un contratiempo nada más comenzar el partido con una lesión muscular de Hugo Mallo. Lo sustituyó Kevin, que con una lejana volea rompió al cuarto de hora la quietud del partido, escaso en ocasiones peligrosas. El Celta ejerció un dominio frágil. Tuvo la pelota y las mejores oportunidades, pero le faltó contundencia, más convicción en su idea.
Su arma fue el contragolpe. El primer aviso llegó en el minuto veintisiete con una recuperación de pelota en campo propio, un pase largo de Tapia y un lanzamiento cruzado de Santi Mina que acabó en el poste. Más letal fue la segunda contra: un saque de banda del Osasuna cerca del área celeste finalizó segundos después con una genialidad de Aspas para cerrar el primer tiempo. La secuencia del gol fue un contraataque montado por Nolito, Denis Suárez y Santi Mina que finalmente coronó Aspas con un regate a Roncaglia y un disparo preciso.
Jagobo Arrasate metió en el descanso a Manu Sánchez, Jony y Roberto Torres. Su equipo abrió el segundo tiempo con más ritmo, más empuje ofensivo que se concretó con una clara oportunidad de Brasanac a los cinco minutos, un remate desde dentro del área que obligó a una gran estirada a Iván Villar.
Osasuna adelantó sus líneas. Eso dejó al Celta con más espacios para contraatacar. Y lo hizo: Nolito culminó con gol un rápido contragolpe pero el árbitro anuló la acción por fuera de juego, una posición incorrecta que certificó el VAR.
Durante quince minutos, Osasuna acosó al equipo celeste, principalmente con centros desde las bandas que inquietaron a Iván Villar. Budimir rozó el gol varias veces, tras un centro por la derecha de Ramalho y otro de Manu Sánchez desde la izquierda. Con el Celta descosido, Coudet reforzó el centro del campo con Beltrán y Solari, aunque el dominio navarro se fracturó con una acción a balón parado del equipo gallego, un córner que sacó Denis Suárez y cabeceó imperialmente Murillo.
Ese segundo gol del Celta no atenuó el plan del Osasuna, que insistió en buscar el peligro por sus bandas. Moncayola malgastó una volea desde dentro del área. El premio visitante llegó curiosamente en un lance aparentemente con poco riesgo: al defender una pelota en su área, Aspas saltó con el brazo estirado e impactó en la cara de Roberto Torres. El árbitro Soto Grado revisó el salto con las imágenes del VAR y señaló penalti. Roberto Torres marcó.
Osasuna buscó el empate pero careció de acierto, pese a algún tiro de Moncayola o algún centro de Manu Sánchez, amenazas que no impidieron la victoria del Celta.
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