El Rennes se clasificó para los Octavos de la Liga Europa, una ronda a la que accede por primera vez en su historia, tras imponerse al Betis 1-3 en el juego de Vuelta realizado en el Benito Villamarín.
Los Verdiblancos volvieron a ponerse con un 0-2 en contra y el tanto de Giovani Lo Celso poco antes del descanso le dio muchas opciones, pero en la segunda parte se desfondó sin marcar y el rival redondeó el marcador con el 1-3 definitivo.
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Las ausencias obligadas en los laterales por lesión volvieron a ser ocupadas por Sánchez en la derecha y por el mexicano Andrés Guardado, y de ahí hacia arriba toda la artillería para un partido en el que, pese al 3-3 de la Ida, no se querían sorpresas.
Conforme avanzó el choque, el equipo local adelantó líneas y ello propició que el visitante encontrara más espacios a la contra y, después de un susto que dio Sarr y que acabó en córner, al saque de éste llegó el 0-1, obra del argelino Rami Bensebaini.
El futbolista del Rennes, libre de marca, marcó de cabeza, un problema para el Betis, que volvió a encajar en una jugada a balón parado, un problema que le llega habitualmente este curso.
Ahora, con la eliminatoria provisionalmente perdida, la formación andaluza le quiso dar otro ritmo al partido para exigir mas a la defensa bretona, pero también volvió a funcionar el contragolpe galo y Adrien Hunou, quien ya marcó el 1-0 de la Ida, volvió a batir al meta Joel Robles.
La historia se repetía y el equipo de Julien Stephan se puso con dos goles a su favor ante un rival que con ese resultado quedó tocado y que vio como estuvo cerca el 0-3, aunque un tanto del argentino Giovani Lo Celso minutos antes del descanso devolvió la ilusión a los béticos para la segunda parte.
En la reanudación le hacía falta un tanto al equipo de Setién para que el 2-2 le valiera por el valor doble de los goles y lo buscó con ahínco ante un adversario que defendió la situación intentando presionar lo mas alejado de su área, situación que también propició dejar líneas abiertas para el Betis.
Parecía que al Rennes se le iba a hacer el partido muy largo para defender la ventaja ante el continuo acoso local, aunque con el paso de los minutos apareció el desgaste físico de los béticos.
Se entró al último cuarto de hora con todo abierto pero con algo de más control de los visitantes, hasta el punto de que pudo llegar el tercero francés si no llega a evitarlo Joel Robles, lo que no pudo ante Niang, que tras un error en la salida de Lainez logró el 1-3 definitivo en la prolongación.