El Celta de Vigo examinará este domingo sus síntomas de recuperación, con una victoria y un empate en sus últimos dos partidos, ante una Real Sociedad, su verdugo copero este curso, que necesita ganar en Balaídos para mantener vivo su sueño europeo.
El regreso de Iago Aspas, decisivo frente al Villarreal y Huesca, alivió la crisis celeste, aunque su equipo mantiene la urgencia de victorias para no descolgarse de la pelea por la salvación. Su margen de error es mínimo, por eso no puede fallar en su enésima "final" del 2019.
El estadio vigués volverá a vestirse de gala. El celtismo agotó las entradas en apenas doce horas. Pese a la amenaza de lluvia, habrá recibimiento al equipo a su llegada a Balaídos, como sucedió frente al Villarreal. El Celta se juega la vida y sus seguidores lo saben.
El técnico celeste, Fran Escribá, deberá introducir un cambio obligado por la baja de Brais Méndez, a quien podría sustituir Ryad Boudebouz, autor del gol que permitió al equipo rescatar un punto en El Alcoraz después de que el Huesca levantara un 0-2. La otra opción es situar en la banda derecha a Emre Mor o reforzar el centro del campo con Fran Beltrán.
Aspas, pese a terminar agotado ese choque, repetirá en punta junto a Maxi Gómez, con Boufal pegado a la banda izquierda de un centro del campo en el que se mantendrán Okay Yokuslu y Lobotka en el doble pivote.
Las novedades, por tanto, podrían estar en la línea defensiva, donde David Costas y el mexicano Néstor Araujo, fuera de la convocatoria en las últimas dos jornadas, podrían formar en el eje, con Hugo Mallo y Olaza en los laterales.
La Real Sociedad visita un casi siempre favorable para sus intereses estadio de Balaídos en el que puede poner las cosas muy difíciles al Celta si mantiene su buena racha en el campo gallego, donde sólo ha perdido una vez en diez años.
El último triunfo local fue en 2016, aunque también es cierto que el empate es la situación más recurrente entre ambos equipos, un resultado que esta vez no serviría prácticamente de nada para los objetivos y propósitos de unos y otros.
La Real llega con mucha moral tras romper, con su victoria el jueves ante el Betis (2-1), una racha de cinco partidos sin ganar, y aunque sigue alejada de las plazas europeas con un triunfo en Vigo las cosas podrían ser muy diferentes.