La vida y el futbol le dieron otra oportunidad. Una hora de futbol era la que podía practicar estando preso cumpliendo una sentencia de 9 años por homicidio, esa es la historia de Luciano Cabral, futbolista chileno que por buena conducta salió a la mitad de su condena y hoy es parte de las filas del Club León.
Hoy a sus 29 años, Cabral intenta dejar atrás aquel primero de enero de 2017 cuando estando de vacaciones con la familia en Argentina una riña callejera terminó en desgracia con la muerte de un sujeto acusan intentaba extorsionar al jugador que para ese momento pertenecía al Atlético Paranaense de Brasil.
Fue el propio jugador el que se entregó a las autoridades de Mendoza asegurando no ser el responsable del homicidio, sin embargo, la sangre y marcas en sus zapatos coincidía con los golpes recibidos por parte de la víctima lo que terminó por condenarlo pese a la confesión de su papá quien también fue sentenciado a 16 años de prisión.
Cabral ya no tuvo posibilidad de regresar a Brasil y su carrera futbolística entró en una pausa que para entonces parecía ser definitiva, pero el jugador se mantuvo activo y en buen estado físico dentro de la cárcel donde le permitían jugar solamente una hora a la semana debido a que no había espacio por lo poblada que se encontraba la prisión.
Julio Filho, periodista brasileño de 'UmDois Esportes' contó a RÉCORD cómo se dio la llegada y salida de Cabral a Atlético Paranaense.
“La verdad es que Luciano Cabral llegó muy joven procedente de Argentinos Juniors como una promesa a futuro, el club realizó una inversión de 190 mil dólares por el préstamo con opción a compra por 3 mdd. Cabral era un desconocido en el futbol brasileño, pero llegó con buenas referencias y también como parte de un proyecto del Atlético Paranaense de invertir en jugadores poco conocido pero con potencial, una práctica que mantiene hasta la fecha”, relató.
“Sin embargo, Cabral solo disputó 6 partidos con el club y cuando regresó a su país a finales de año terminó involucrado en el delito que finalmente fue fue condenado, esta situación acabó con su paso con el Atlético y solo jugó esos 6 partidos, pero en ese breve tiempo mostró su potencial y gustó a la afición confirmando que podía tener un futuro importante, pero lamentablemente su carrera fue interrumpida”, narró el periodista.
“Crimen de índole moral”, el concepto legal en Estados Unidos que impidió que Luciano pudiera disputar la Leagues Cup y la Copa América con Chile debido a que no tiene permitido el acceso al país. No obstante, en la Liga Mx ya pudo participar en 3 de las 4 jornadas disputadas y se perfila a ser una pieza clave en el esquema de Jorge Bava.
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