Después de un año en prisión preventiva, Dani Alves recibió hace unos días su condena por agresión sexual, por lo que estará cuatro años y seis meses en prisión, además de cinco años de libertad condicional, nueve años y seis meses de incomunicación con la víctima, y una indemnización de 150 mil euros.
Esta sentencia ha llevado a que los habitantes de su ciudad natal, Juazeiro, en Bahía, Brasil, lo rechacen, pues una estatua del jugador fue cubierta por bolsas de plástico y cintas.
Es la segunda vez que la obra es vandalizada desde que comenzó el juicio en su contra, e incluso medios brasileños reportan que los residentes exigen la retirada del objeto al ayuntamiento local.
La estatua fue construida e inaugurada en 2020 para conmemorar la exitosa carrera de Alves, la cual comenzó en Bahía en 2001.