Un suplente, Andreas Cornelius, dio un tortazo a la campeona del mundo y sus dos goles, el último en el minuto 88, sirvieron para que Dinamarca remontase el tanto de Karim Benzema y tumbase a Francia en su templo del Estadio de Saint-Denis (1-2).
En la primera jornada del grupo 1 de la UEFA Nations League, de la que los 'Bleus' son actuales campeones, los nórdicos helaron al equipo de Benzema y de Kylian Mbappé, quien solo jugó el primer tiempo por problemas en una rodilla.
Iniciado el choque, el protagonismo regresó a los futbolistas. Mbappé y su reencuentro con Benzema centró las atenciones. Volvían a jugar juntos después de las 'calabazas' que el delantero del PSG dio al Real Madrid y que, aparentemente, tanto disgustaron a Benzema.
Aurélien Tchouaméni, el poderoso centrocampista del Mónaco que deshoja la margarita entre el Real Madrid y el PSG, impresionó por su fulgor defensivo. Estaba en todas partes. El seleccionador Didier Deschamps, ausente en el Estado de Francia por la muerte de su padre y sustituido por Guy Stéphan, se debe de frotar las manos por su nueva perla en el centro del campo.
Y por fin, el danés Christian Eriksen, titular con su selección casi un año más tarde de sufrir una angustiosa parada cardiorrespiratoria en un Dinamarca-Finlandia. El medio del Brentford, que juega con un desfibrilador automático implantable (DAI), puso el toque y la pausa a los suyos.
Un primer periodo poco prolífico para el actual campeón de la UEFA Nations League, con una Dinamarca impecablemente organizada, dio paso a una Francia con colmillo.
La entrada en el intermedio de Nkunku por un Mbappé tocado en una rodilla inyectó nueva energía. En el minuto 51, la pared que le devolvió a Benzema está en el origen del tremendo tanto del delantero merengue. Su diagonal, seguida de amagos y fintas a tres defensores, desembocó en el gol que hizo saltar el cerrojo. Un ejemplo de delicadeza y de frialdad ante la portería.
Los daneses no se quedaron de brazos cruzados. Kasper Hjulmand movió el banquillo y Cornelius devolvió la perla a sus rivales, con un brillante tanto en el minuto 68 gracias a un remate de primeras a pase de Hojbjerg. Y en el 71, Lloris sacó los puños a un violento remate del zurdo Skov Olsen.
Kanté acarició el 2-1 con un disparo con rosca desde fuera del área que se estrelló en un poste. Eriksen, a boca de gol, tuvo el suyo si no se hubiese topado con un inspirado Lloris.
Pero Cornelius acabó como verdugo. Una galopada en el minuto 88 la finalizó con un trallazo que entró por el primer palo del meta francés. Los campeones del mundo se quedaron boquiabiertos.