Santiago Solari dejó el puesto de primer entrenador del Real Madrid tras ser el intento fallido de la directiva de crear el 'nuevo Zidane', una apuesta por un técnico formado en la casa al que una semana negra con un desplome inesperado y su enfrentamiento con pesos pesados le pasó factura.
El inesperado adiós de Zinedine Zidane provocó que el Real Madrid buscara en el mercado un técnico con experiencia que tomara el mando. La herencia difícil de gestionar, tras ganar tres Ligas de Campeones consecutivas, recayó sobre Julen Lopetegui. Duró menos de cinco meses y se marchó como el DT con peores números de las dos etapas con Florentino Pérez en la presidencia.
La última experiencia con una apuesta fracasada tuvo la solución dentro de la casa. A Rafa Benítez le tomó el relevo 'Zizou' y escribió la historia más brillante del club en años de éxito deportivo y calma social con un técnico que transmitía una imagen a la altura del club.
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Solari, también exjugador y formado en la cantera como entrenador, era la opción que más se asemejaba a Zidane. El 29 de octubre era nombrado con el Real Madrid noveno en La Liga, a siete puntos de distancia del líder Barcelona. La apuesta fue interina de inicio y quince días después, con tres victorias de por medio (Melilla, Valladolid y Viktoria Plzen), firmó un contrato hasta 2021.
Posteriormente, el Santiago Bernabéu sentenció a Solari, que encajó hasta cinco derrotas frente a su afición. El cuadro blanco con peores resultados de local de los 19 últimos años, pero la conquista con clara superioridad del Mundial de Clubes fue el éxito obligado del técnico argentino, que tras un mal inicio de 2019, empate en la visita al Villarreal, enganchó la mejor racha.
El desplome vino desde que el Girona frenó en seco todo con su asalto al Bernabéu por 1-2, que fue el aviso de lo que esperaba en seis días que ya forman parte de la leyenda negra del club. Dos derrotas en casa en dos Clásicos frente al Barcelona para quedar eliminado de Copa y enterrar sus pocas opciones ligeras, y una goleada ante el Ajax, tras derrotarle en Amsterdam, que fue la sentencia de Solari.
Adiós a todo en una semana. Una temporada sin nada en juego para el Real Madrid desde inicios de marzo. Fue el fin tras 32 partidos dirigidos con un balance de 22 victorias, dos empates y ocho derrotas, 71 tantos marcados y 37 recibidos en cinco meses de un sueño que se acabó para el argentino.