El Inter de Milán arrancó este sábado la defensa de su centro de campeón de la Serie A con un contundente 4-0 al Genoa en San Siro, con estrenos goleadores de sus fichajes de verano, el turco Hakan Calhanoglu y el bosnio Edin Dzeko, y una diana y una asistencia en poco más de veinte minutos del chileno Arturo Vidal.
Tras un verano marcado por las ventas ilustres del belga Romelu Lukaku, al Chelsea por 115 millones de euros, y del marroquí Achraf Hakimi, traspasado al París Saint-Germain por 70 millones, además de por la salida del técnico Antonio Conte, quien no aceptó los sacrificios económicos necesarios para aliviar las cajas del club, el Inter arrancó el año con una importante prueba de fuerza.
Con 37 mil aficionados en la grada de San Siro y con Simone Inzaghi en el banquillo, el Inter abrió su nuevo ciclo con una prestación sólida, autoritaria, un buen futbol y cuatro goles.
Apenas necesitó un cuarto de hora para encarrilar su victoria y lo hizo con un potente cabezazo de Skriniar y un golazo de Hakan Calhanoglu, quien se estrenaba tras llegar libre al Inter al expirar su contrato con el rival Milan.
El turco, titular en el 3-5-1-1 de Inzaghi, se movió con soltura y elegancia, fue protagonista con combinaciones de alto nivel y conectó de forma brillante con Dzeko, el delantero fichado para remplazar a Lukaku, quien le dio la asistencia para el 2-0.
Tras dos goles correctamente anulados, a Calhanoglu y al croata Ivan Perisic, la sentencia al partido llegó por medio de Vidal, que saltó al campo en el minuto 68 por Stefano Sensi.
El chileno firmó el 3-0 en el 74 a pase de Nicoló Barella y colgó en el 88 el centro que Dzeko envió de cabeza al fondo de las mallas para poner la guinda al triunfo del Inter, que no pudo contar este sábado con el argentino Lautaro Martínez, sancionado.
Cabe recordar que el mexicano Johan Vásquez, recién llegado al club, no fue considerado para este partido.
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