Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, denunció este sábado que fue víctima de un intento de extorsión un mes y medio antes de la publicación de dos presuntas irregularidades en controles antidopaje por el semanario alemán "Der Spiegel", información que filtró Football Leaks, y defendió su inocencia.
"Estoy tranquilo, me duele y tomaré con mi equipo legal las medidas oportunas ante esta gente que intenta manchar mi imagen y mi carrera profesional. Después de quince años, jamás me he negado a un control antidoping, todo lo contrario. Nunca he incumplido ninguna norma y habré pasado más de 300 controles", aseguró en la zona mixta de Ipurua.
"Nos avisaron hace un mes y medio de que tenían esa noticia e intentaron sobornarnos, con dinero y otras cosas. Por parte nuestra y del club estamos muy tranquilos, les dijimos que podían soltar la noticia cuando quisieran. Cuando uno es poseedor de la verdad puede actuar con total normalidad y la mentira por mucho que se cuente, no deja de ser mentira", agregó.
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El corticoide, sustancia química que generó la polémica, manifestó el madridista que es un antiinflamatorio, el cual utilizó cuando estuvo lesionado del hombro.
"Cuando se usó se dio la información a los médicos de UEFA y quedó cerrado. Lo de Málaga se ha explicado muy bien, siempre nos duchamos en los controles, no hay nada en contra, yo no me negué y cuando me dijo que me podía bañar lo hice", manifestó.
Ramos aseguró que duerme muy tranquilo y que sólo da "positivo en horas de trabajo", antes de dejar un mensaje a sus críticos.
"Llevo mucho tiempo en la cima de la ola y disfruto, al que le joda que se meta en agua. Yo voy a seguir dando lo mejor de mí, siendo el máximo profesional que siempre he sido, que es la manera que me han enseñado para intentar estar a la altura del escudo que llevo en el pecho", concluyó.
