Sin ningún precedente en el futbol, sin el conocimiento de cómo recuperar y rehabilitar a un jugador porque era la primera vez que sucedía en la historia, Ronaldo Luis Nazario de Lima resurgió y se levantó de una lesión que fue considerada como imposible de restablecer para convertirse en el mejor delantero del planeta durante sus años de carrera y levantar la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002.
“Fue terrible. Yo me hacía miles de preguntas de por qué me estaba pasando eso, discutía mucho con los preparadores físicos porque justo después de regresar de 6 meses de mi primera lesión de rotura parcial de tendón que requirió de una primera cirugía, en el primer balón que tocó contra la Lazio en el partido donde volví a jugar, al intentar hacer una jugada que hacía cientos de veces en los entrenamientos, se me volvió a romper solo que en esta ocasión se rompió por completo”, relató el exfutbolista ya retirado de las canchas.
Habían pasado 8 meses desde su rotura de tendón y su único avance hasta ese momento era poder flexionar la pierna apenas a 90° cuando tan solo para poder trotar se necesitan 110° de flexión en la rodilla como mínimo, razón por la que todos los doctores aseguraron que apenas y podría volver a llevar su vida de manera normal, pero imposible pensar en el futbol otra vez.
Tuvieron que pasar 4 largos meses más de su dolorosa rehabilitación para ver un avance, y aunque cada grado de flexión costaba lágrimas, el deseo de Ronaldo por volver a las canchas era más fuerte; así que con esfuerzo, sufrimiento y dedicación alcanzó los 135° que le permitieron empezar una nueva etapa de su rehabilitación para recuperar la fuerza y poder volver a jugar justo a tiempo para ser convocado para el Mundial asiático donde marcó 8 anotaciones para ser el goleador del torneo y de ahí brincar al Real Madrid para ser parte de los 'Galácticos' donde lo ganó todo, incluido aquel mote que lo describirá a plenitud por siempre, “El Fenómeno”.