El Real Madrid sumó su cuarta victoria consecutiva en LaLiga al superar 3-1 al Eibar en un encuentro marcado por los primeros veinte minutos excelsos del conjunto blanco, que con Luka Modric a los mandos y con Benzema intratable logró tres puntos para igualar con el líder, el Atlético de Madrid.
El brillo de anteriores duelos aumentó hasta un nivel sobresaliente en los primeros minutos, en los que el conjunto blanco firmó sin duda sus mejores momentos del curso. Y, por encima del resto, sobresalió Luka Modric.
Modric parecía decidido a demostrar que en el carné de identidad no pesan los años y dio todo un recital en los primeros veinte minutos. Fue capaz de eclipsar el gran partido de otros protagonistas como Karim Benzema, Brayan Gil o Kike García, que también escribieron su historia en el acto inicial.
Primero, con un tanto de Benzema. Modric inició la jugada del gol con un pase con el exterior al brasileño Rodrygo Goes. El sustituto de Vinícius Júnior, se inventó un pase por encima de Bigas que amansó el delantero francés para batir a Dmitrovic.
Y, segundo, con el premio justo para Modric, que finalizó una jugada con un remate desde el borde del área para firmar el 2-0 a los trece minutos. El Eibar, noqueado por su rival, aún pudo recibir el tercero, pero Benzema no acertó con un cabezazo clarísimo tras un pase, del jugador croata.
Una pérdida de Lucas Vázquez acabó con el balón en los pies de Kike García y recortó distancias con un zapatazo espectacular desde fuera del área que acabó en una escuadra de la portería de Courtois.
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En el segundo tiempo predominó el bombardeo del Eibar sobre área blanca y el aguante del Real Madrid fue consistente hasta el final, hasta que Lucas Vázquez, definió en un contragolpe para decidir un encuentro bellísimo que reconcilió a los aficionados con el futbol.
