Los equipos "Leyendas" del Barça y el Real Madrid, con astros como Ronaldinho, Rivaldo o Figo y Roberto Carlos, jugaron este martes un disputado 'clásico' de exhibición que los merengues ganaron por un ajustado 2-3, deleitando al público que casi llenó el estadio Bloomfield de Tel Aviv.
En un amistoso en el que también participaron otros exazulgranas de peso como Deco y Saviola o exmadridistas como Alfonso o Fernando Sanz, los veteranos intentaron lucir su mejor juego y hacer gala de sus viejas aptitudes ante los 25 mil aficionados que asistieron al partido con fervor, en el primer Clásico que se disputa en Israel.
A lo largo del encuentro -con dos partes de 40 minutos cada una-, ambos equipos mostraron cierta solidez y pusieron en apuros al rival, demostrando que pese a estar retirados mantienen todavía las habilidades que les hicieron destacar en competición profesional.
Entre los más ovacionados estuvo Ronaldinho, que hizo estilo de su arte futbolístico y fue el primero en marcar un gol de penalti en el minuto 28, tras una falta dentro del área del madridista Núñez a Saviola. La pasión por el brasileño se evidenció también cuando dos niños saltaron al campo en momentos distintos para abrazar al astro.
El Barça, pese a que pareció tener más control y mayor dominio del balón en la primera parte, se desinfló al empezar el segundo tiempo, cuando el Madrid empató con un primer gol de Munitis (min. 42) y se adelantó con otro de Alfonso dos minutos más tarde.
El equipo catalán -entrenado por Albert Ferrer- no se rindió, e igual que el Madrid, siguió acercándose a la portería contraria y generando ciertas ocasiones de gol por el resto del duelo.
En el minuto 60, Jofre Mateu marcó el 2-2 por los culés, pero los merengues siguieron atacando. Poco después (min.69), Rubén de la Red marcó el tercer gol y sentenció el duelo a favor del Real Madrid.
Antes del partido, en los entornos del Bloomfield, aficionados de todas las edades, entre ellos muchos adolescentes y niños con sus padres, paseaban y esperaban expectantes un duelo que para la mayoría supuso una ocasión única de ver a sus antiguos ídolos en Israel.
"Estoy más ilusionado que mis hijos", expresó a Efe José Antonio Jerez, israelí de origen venezolano y seguidor del Barça desde que tiene "uso de razón", que no dudó en comprar entradas para asistir al encuentro con su familia a la que tuvo noticia del partido.
Con la misma emoción se expresaba David, un niño israelí de 10 años acompañado de sus padres que se mostraba "muy contento" de ver por primera vez a los antiguos astros de Barça y Real Madrid.
Aunque sea un amistoso entre veteranos, nunca antes tuvo lugar un Clásico en el país, y el Bloomfield de Tel Aviv -con un aforo para 29.000 personas- se llenó casi al completo con 25.000 espectadores que quisieron vivir de primera mano la vieja rivalidad inherente que encarnan los partidos entre azulgranas y merengues.
En las gradas como fuera del campo, destacaron más los fans con camisetas e indumentaria del Barcelona, mucho más numerosos que los del Madrid.
Incluso se pudo ver banderas catalanas y alguna estelada, como la enarbolada por Eitan "Barcelona" Zinger, aficionado culé de Tel Aviv que declaraba a Efe su "amor" incondicional por el equipo catalán.
"Nunca olvidaremos", protestaba Zinger en un papel con una foto de Figo, al que tachaba de "Judas", en referencia a "la traición" de la antigua estrella portuguesa, que hace ya dos décadas abandonó el Barça para fichar por el máximo rival.
De hecho, la presencia de Figo en el campo para enfrentarse a los azulgranas fue otro aliciente de un duelo de espectáculo donde las viejas glorias barcelonistas y merengues pudieron recordar el pasado y exhibir de nuevo su rivalidad ante un público entusiasmado.