El Real Madrid tiró de orgullo para ganar 1-2 al Huesca y Raphael Varane, autor de dos goles, evitó un nuevo naufragio del equipo blanco y dio aire a su compatriota Zinedine Zidane.
El Real Madrid, tras el fiasco ante el Levante, acudió prevenido al terreno del Huesca, donde, tras una primera mitad equilibrada, no dio margen a la sorpresa al conjunto de José Rojo "Pacheta" que, con la derrota, corre el riesgo de ver cómo su distancia con la zona de salvación aumenta si sus más directos rivales logran puntuar esta jornada.
El conjunto del Huesca salió con una presión alta que provocó pérdidas visitantes que supusieron que en los cuatro primeros minutos hubiera rematado hasta en tres ocasiones sobre la meta madridista.
El Real Madrid fue poco a poco evitando errores en la salida del balón para hacerse dueño del esférico, lo que hizo que el Huesca se fuera resguardando al borde de su área con las líneas muy juntas.
La historia del inicio del partido se repitió tras el descanso con un equipo azulgrana pletórico que envió un balón al larguero con un remate de Mikel Rico, logró el 1-0 con un gol de Javi Galán dos minutos después y tuvo una tercera oportunidad en el minuto 50 con otro disparo, de Rafa Mir, al travesaño.
Fueron los mejores minutos del Huesca, pero poco después, en el 55, y tras un cobro de falta de Benzema que dio en el poste, Raphael Varane impuso su mayor estatura en un balón que cayó a plomo para igualar el marcador.
Conscientes de que el empate no les servía, Huesca y Real Madrid buscaron con más convicción la meta rival. El juego se convirtió en una acumulación de ocasiones para los dos, pero especialmente para el conjunto blanco.
Sin embargo, unas veces la falta de eficacia rematadora y otras el guardameta local obligaron al equipo de Zidane a sufrir.
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El 1-2 salvador para el Real Madrid lo marcó también Varane, tras el saque de una falta en el minuto 84 y al aprovechar un rechace del portero local después de un remate de cabeza de Casemiro.