Alemania, con un gol de Thomas Müller en los últimos minutos, se impuso este viernes por 2-1 a Rumanía en un partido que le resultó más difícil de lo esperado y en el que se fue al descanso por detrás el marcador.
Rumania apostó por defender en bloque, por momentos tuvo hasta nueve jugadores dentro de su área, y buscar salidas rápidas al contragolpe en cada recuperación de la pelota.
En los primeros minutos su planteamiento funcionó. En el 5' un remate desviado de Alin Tosca fue el primer aviso y en el 9' Ianis Hagi abrió el marcador con un disparo dentro del área tras hacer un túnel a Antonio Rüdiger.
La ventaja no era injusta. El planteamiento rumano funcionaba y Hagi volvió a crear peligro después de que George Puscas le robara un balón a Thilo Kehrer, mientras que Alemania parecía no entrar en el partido y se demoró en rematar a puerta. Con el paso de los minutos los alemanes parecieron asentarse y controlar mejor el juego a partir de recuperaciones en la mitad contraria.
El empate llegó después, en el minuto 52, con un remate de raso de Gnabry desde la media luna y Alemania siguió insistiendo y manteniendo el control aunque por momentos sufrió con los contragolpes rumanos.
La presión alemana era grande pero las ocasiones no abundaban. Se fallaba casi siempre en el último pase.
Al final, en un saque de esquina lanzado por Kimmich desde la derecha llegó el segundo gol alemán. Leon Goretzka prolongó el balón de cabeza en el primer poste y en el segundo apareció Thomas Müller para marcar con la pierna derecha.