El París Saint Germain volvió a los entrenamientos este domingo en el Parque de los Príncipes, a donde se trasladó la sesión prevista a puerta cerrada, pero celebrada finalmente, con permiso del club, ante 500 miembros del colectivo de ultras del equipo.
Inicialmente la práctica se iba a celebrar en el campo de Loges, pero se optó por cambiar el escenario al estadio parisino por medidas de seguridad después de que la eliminación en los Octavos de Final de la Champions League ante el Manchester United provocara un tremendo revuelo y duras críticas de los seguidores.
El club permitió la entrada de los aficionados con la intención de aminorar la tensión y tratar de encauzar una situación un tanto delicada.
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Antes del comienzo de la sesión, los dirigentes de las asociaciones de seguidores conversaron con los jugadores de Thomas Tuchel con presencia de ejecutivos de la entidad. Dos de los capitanes de la plantilla, Thiago Silva y Marquinhos expresaron sus disculpas a los aficionados y escucharon las quejas de estos ante la situación generada por el nuevo fracaso continental.
El colectivo de ultras del PSG emitió a su vez un comunicado en las redes sociales en el que aclara que no acudieron al Parque de los Príncipes con objetivo de asistir al entrenamiento, sino a expresar su disgusto por lo ocurrido el miércoles. En la misiva este grupo no explica el contenido de la conversación de los jugadores.