El presidente del París Saint-Germain, Nasser Al-Khelaifi, fue víctima de espionaje a través del programa de pirateo telefónico Pegasus durante 2018, en pleno conflicto diplomático entre Catar y Arabia Saudí, informa este jueves el vespertino francés Le Monde.
Según el rotativo, uno de los teléfonos del mandatario, que también dirige el imperio televisivo BeIn Sports, fue blanco de ese espionaje en medio de una disputa por los derechos de retransmisión del fútbol, ligado a la guerra diplomática que protagonizaron Doha y Riad.
Le Monde, y el grupo de medios que ha destapado el escándalo, consideran que detrás de ese espionaje estaba el servicio de seguridad saudí, aunque no han tenido acceso al teléfono de Al Khelaifi y, por tanto, no pueden saber si el teléfono fue realmente infectado.
Agrega que también los terminales de otros empleados del PSG o de BeIn fueron también objeto de intento de pirateo.
En el trasfondo, la batalla diplomática que enfrentó a ambos estados del golfo, que llegaron a romper relaciones diplomáticas, y que tuvo una declinación sobre los derechos televisivos.
Frente a BeIn, que adquirió a un alto precio muchos derechos de retransmisión deportivos, apareció una misteriosa cadena pirata llamada BeoutQ, que ofrecía los mismos eventos por un precio módico.
Catar acusó a Riad de estar detrás de ese canal y de haberlo lanzado dentro de la guerra diplomática entre ambos regímenes. En octubre de 2018, Doha presentó una denuncia en la Organización Mundial del Comercio y reclamó mil millones de dólares, unos 850 millones de euros.
En esos meses se sitúa el intento de espionaje de un teléfono de Al Khelaifi, así como el de otros responsables de Qatar Sports Investments, conglomerado que también preside y que, de facto, es el propietario del PSG.
Le Monde señala que también Emiratos Árabes Unidos, aliado de Arabia Saudí en aquella guerra diplomática, también pudo intentar espiar a responsables de BeIn en 2019.
La cadena de televisión confirmó al rotativo que "el pirateo y las amenazas" son "desgraciadamente una realidad" y que el grupo ha sido víctima de ciberataques, además de campañas de difamación y de sabotaje comercial.