En cuatro minutos, entre el 13 y el 17, el Tottenham desbordó, desarmó y fulminó al Everton, que evidenció el porqué de su posición en la clasificación, cuarto por abajo al borde de la zona de descenso, y de que no haya ganado desde agosto como visitante, con unas facilidades defensivas que aprovecharon el conjunto londinense y Harry Kane, con un doblete, para apabullarlo, golearlo e insistir en el asalto a la zona de la Liga de Campeones (5-0).
Ya está a sólo tres puntos de distancia de la cuarta plaza del Arsenal, con un partido menos que el grupo dirigido por Antonio Conte, reencontrado con la victoria delante de su público, que abarrotó el estadio Tottenham aunque fuera un lunes con 62 mil espectadores, y relanzado por su tercer triunfo en las últimas cuatro jornadas que lo propone para más de lo que ha aspirado hasta ahora esta campaña. Aún está a tiempo de entrar en Champions.
Cierto es que el Everton fue un chollo para el Tottenham en cuanto se lanzó hacia el ataque con precisión y decisión. La acción del 1-0, en el minuto 13, tuvo mucho de lo primero y de lo segundo, pero también puso en evidencia cuál es el momento del conjunto de Liverpool, que llegó tarde y mal a toda la jugada entre Ben Davies y Sessegnon por la banda izquierda y que encima se marcó en su propia portería. Lo hizo Keane (reemplazado después al descanso por un golpe) en su despeje.
Cuatro minutos después, ya transcurrido el 17, al Tottenham le bastó una buena combinación al primer toque entre Harry Kane, cuya maniobra alejado del área fue el principio del fin del Everton; Kulusevski, también de primeras; y Son Heung Min, que controló primero y disparó después. Fue gol porque el portero Pickford cometió un error impropio de su nivel.
Luego, el guardameta internacional se reivindicó para frustrar el 3-0 al que opositó de nuevo Son, que intentó Matt Doherty minutos más tarde y que estableció en el minuto 37 Kane, que definió con una determinación absoluta después del estupendo pase de Hojbjerg a su desmarque, de primeras, para dejarlo solo ante Pickford y sentenciar el partido en poco más de media hora, si es que había alguna duda antes, frente a un Everton hundido, sin reacción, sin fútbol y con la sensación de que el tramo final de curso será una agonía para salvarse.
Aún lo fue el segundo tiempo del partido. Al intermedio, Reguilón suplió a Sessegnon, tras un golpe al borde del descanso. En 41 segundos de la segunda parte, el lateral madrileño marcó el 4-0, al culminar en la banda izquierda la veloz jugada del Tottenham y otro despropósito defensivo del conjunto entrenado por Frank Lampard, desbordado sin matices, aún más cuando Kane conectó de volea con la izquierda el 5-0. Aún era el minuto 55. Una exhibición de superioridad del equipo de Conte... Y de inferioridad del Everton, que bordea el abismo.
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