Bien es sabido por todos que la Copa no se toca, pero parece que Dimitri Payet nunca se enteró de esto y previo a la Final contra el Atlético de Madrid acarició el trofeo de la Europa League.
Justo cuando ambos equipos saltaron a la cancha, el futbolista francés aprovechó la cercanía con el galardón para poder tocarlo, gesto que ningún otro jugador copió.
La 'maldición' de la copa hizo efecto al minuto 21 con el primer gol de Antoine Griezmann, desventaja que el Olympique nunca pudo superar.
Sin embargo, la condena no sólo quedó ahí pues al 30', Payet se retiró del campo entre lágrimas tras resentirse de la lesión en el gemelo derecho.
El final de la historia termina con la coronación del Atlético de Madrid tras golear 0-3 al Marsella.