La FIFA ha publicado el reglamento oficial para el próximo Mundial de Clubes 2025, que será celebrado en Estados Unidos y marcará la primera edición del torneo con 32 equipos. Este nuevo formato incluye una serie de cambios que buscan reestructurar el evento, permitiendo a los clubes inscribir hasta 35 jugadores y realizar hasta dos fichajes durante el desarrollo del torneo.
Para esta edición, los equipos deberán enviar una lista preliminar de entre 26 y 50 jugadores, incluyendo al menos cuatro arqueros. La lista definitiva, que oscilará entre 26 y 35 jugadores, permitirá a los entrenadores convocar hasta 26 futbolistas por partido. La inclusión de cuatro arqueros responde a la necesidad de contar con sustitutos en caso de lesiones, facilitando la gestión de la plantilla a lo largo de la competición.
Uno de los cambios más destacados es la apertura de una “ventana de fichajes” que se habilitará entre el 27 de junio y el 3 de julio, permitiendo a los clubes reemplazar jugadores cuyos contratos hayan vencido y sumar hasta dos nuevas contrataciones. Durante este período, se podrán realizar un máximo de seis cambios en la plantilla, una medida que pretende dar flexibilidad a los equipos en un torneo de alta exigencia.
Otro aspecto significativo del reglamento es la excepción a las reglas habituales de cesión de jugadores a sus selecciones nacionales, lo que permitirá a los clubes retener a sus futbolistas durante el torneo.
Esta disposición busca mantener el nivel competitivo del evento, aunque ha generado críticas por parte de ligas y sindicatos europeos, que consideran que la FIFA ha impuesto el Mundial de Clubes sin consultar a las federaciones y que esta medida podría afectar la preparación de las selecciones.
Además, la FIFA ha establecido que ni jugadores ni entrenadores podrán exhibir mensajes de índole política, religiosa o personal, y deberán participar en los actos promocionales organizados por el organismo. Esta última disposición ha sido recibida con escepticismo por algunos jugadores, que consideran que limita su libertad de expresión.
El calendario ajustado es otro punto de controversia, ya que el torneo finalizará apenas tres semanas antes del inicio de la temporada 2025-26 en Europa, lo que ha generado preocupación entre clubes y ligas que temen por la sobrecarga física de sus jugadores. Pese a las críticas, la FIFA sigue adelante con un evento que busca revolucionar el futbol de clubes a nivel mundial.