Pep Guardiola tuvo dos motivos para echarse las manos a la cabeza; el primero, las incontables ocasiones falladas por el City y dos, las maravillas de Leroy Sané, quien con un doblete le dio la victoria al Manchester City por 2-1 ante el Hoffenheim.
Los Sky Blues acaban primeros de grupo y estarán en Octavos de Final después de un partido que los de Guardiola empezaron perdiendo con un tanto de penalti de Andrej Kramaric y que remontaron con con dos goles de Sané.
Al City le hacía falta un punto para certificar la primera plaza, pero salió a ganar. Con lo que quizás no contaban es con que el Hoffenheim le iba a poner mucha más intensidad de inicio y los iba a superar en ganas y en puntería.
Ederson evitó, con una espléndida palomita, que el remate de Kramaric acabara dentro, pero el córner posterior le pasó factura a Laporte. Un rebote en la frontal fue devuelto dentro del área. El defensa Hubner controló y Laporte le hizo una entrada, cometiendo penalti.
Kramaric definió la pena máxima al centro y adelantó a los de Julian Nagelsmann. Con el 0-1, El City volvía a estar en apuros, pero disponía de más de 74 minutos para voltear el marcador.
El conjunto alemán comenzó a romperse y a dejar muchísimo espacios atrás, lo que contra un equipo rapidísimo arriba como el City es mortal. Con el Hoffenheim roto, el gol sólo era cuestión de puntería.
En un contraataque Sterling volvió a filtrar un gran balón para Sané y esta vez el alemán no falló. Su control, con ciertos trompicones, desestabilizó a Baumann y le dejó rematar casi a puerta vacía para delirio del Etihad.