La reciente destitución de Jorge Vilda como entrenador de la Selección Española Femenil podría desencadenar una batalla legal entre el exseleccionador y la Real Federación Española de Futbol (RFEF), pues Vilda sostiene que su contrato fue renovado hasta 2028 y, según Mundo Deportivo, está dispuesto a defender su posición en los tribunales.
El conflicto se originó en la Asamblea General Extraordinaria celebrada el 25 de agosto. Durante el evento, Luis Rubiales, entonces presidente de la RFEF, propuso verbalmente renovar el contrato de Vilda, que finalizaba en 2024, por cuatro años adicionales, con un salario de medio millón de euros anuales. Esta propuesta, que no encontró oposición en la Asamblea, es el principal argumento de Vilda para considerarse renovado.
Luis Rubiales expresó en la Asamblea: "Quiero hacer un anuncio aquí, que tú no sabes y perdóname, Jorge. He activado los mecanismos para que Andreu (Camps, secretario general de la Federación) comience una negociación contigo en la que te invito a que te quedes con nosotros los próximos cuatro años, cobrando medio millón de euros al año". Esta declaración fue recibida con aplausos, y Rubiales añadió: "Te lo mereces".
Sin embargo, Vilda afirmó en una entrevista con Radio Marca que la renovación "ya estaba hablada antes" de la Asamblea. Según él, sus abogados le han confirmado que su contrato ya estaba "perfeccionado" antes del anuncio en la Asamblea.
La posición de Vilda podría estar respaldada por el Artículo 6 del Estatuto de los Trabajadores, que establece que un contrato de trabajo puede ser verbal o escrito. Además, la renovación de un contrato, según la normativa de la Federación, no requiere la aprobación de la Junta Directiva, aunque sí es necesaria para la designación o destitución de un seleccionador.
