Jennifer Hermoso, nueva jugadora de Tigres Femenil y Campeona del Mundo con España en 2022, confirmó en su testimonio ante la Audiencia Nacional que el beso del expresidente de la Real Federación Española de Futbol, Luis Rubiales, tras ganar el Mundial, no fue consensuado y que se sintió coaccionada.
Hermoso, ante el juez Francisco de Jorge, ha descrito el beso como inesperado y ha señalado que, tanto en el vuelo de vuelta a España como en Ibiza, experimentó un atosigamiento constante, alterando su vida normal y generándole desasosiego y tristeza.
La jugadora declaró que "no me lo esperaba" y reveló en su testimonio anterior que no se sintió respetada, describiendo la situación como impuesta y no buscada. Hermoso compartió su sorpresa y disgusto por la utilización de ese momento histórico para algo así, alegando que, en una persona de confianza, no se esperaría tal comportamiento, por muy espontáneo que fuera.
En respuesta a la defensa de Rubiales, quien alegó que el beso fue una muestra de afecto con consentimiento, Hermoso insistió en que en ningún momento dio su aprobación y que se sintió incómoda. Además, señaló que informó a sus compañeras de equipo, Alexia Putellas e Irene Paredes, sobre el incidente después de bajar de la tarima.
Cabe mencionar que este testimonio de Hermoso se enmarca en la investigación de Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones relacionados con el beso en cuestión.
El expresidente afirmó ante el juez que la muestra de afecto fue natural, preguntando a Hermoso antes de dar el beso y que este fue con su consentimiento, asegurando que la jugadora se fue riendo y dándole cachetes en el costado después del episodio.