El Inter de Milán ha esperado toda la temporada para ver esta versión de Romelu Lukaku. El delantero belga anotó un doblete y asistió en otro gol en la victoria por 0-3 ante el Empoli y con lo que llegó a su fin la racha de cinco duelos sin ganar en la Serie A.
Fueron los primeros goles a jugada abierta de Lukaku en la liga italiana desde la primera semana en agosto.
Esta mejoría llega en un momento importante para Lukaku, antes del duelo de vuelta de las Semifinales de la Copa de Italia frente a la Juventus el miércoles, seguido de las Semifinales de la Champions League el próximo mes ante el Milan.
Han sido unas grandes 24 horas para el jugador, después de que la Federación revirtió el sábado su suspensión de un encuentro en la Copa en lo que consideró una declaración contra el racismo.
Lukaku recibió una segunda amarilla en el duelo de Ida al provocar a los seguidores de la Juventus al poner su dedo en los labios para silenciar a la afición tras anotar un penatil en el tiempo añadido para el empate. Pero Lukaku, que es de raza negra, fue objeto de cánticos discriminatorios.
Lukaku tomó las riendas poco después del medio tiempo al intercambiar pases con Marcelo Brozović antes de disparar a la portería. Su segundo gol fue una exhibición de fuerza y en un uno a uno con el defensa Ardian Ismajl se desmarcó antes de enviar el balón al fondo de la meta.
Luego Lukaku se convirtió en el proveedor con una asistencia al argentino Lautaro Martínez para terminar un contraataque. La victoria llevó al Inter al quinto sitio a dos puntos de los puestos de Liga de Campeones.
