En la Jornada 5 del campeonato del futbol argentino, en el partido entre River Plate y Atlético Tucumán se suscitó un acto que llamó la atención de los aficionados y a través de redes sociales le dio la vuelta al mundo.
El encuentro terminó en empate sin goles, pero lo más destacado fue la acción de penalti a los 20 minutos del primer tiempo, que terminó en pelea entre Miguel Ángel Borja y Ezequiel Barco.
El argentino, Ezequiel Barco, contradijo la orden de su entrenador, quien pidió que fuera el colombiano el encargado del cobro, luego de que el otro futbolista hubiera errado la ejecución en un primer intento.
Pero eso no fue todo: una de las cámaras de la transmisión, encargados de la transmisión del partido, captó cómo el Colibrí fue ofendido por uno de sus propios compañeros de equipo cuando este buscaba un balón para pedir el cobro.
Facundo Colidio aventajó a Miguel Ángel y tomó uno de los balones ubicados por los baloneros al lado del arco. Cuando el delantero amablemente le pidió que se lo pasara, este primero estiró su mano, para luego mandarlo lo más lejos posible del arco.
Borja no tuvo más remedio que devolverse por el balón, mientras los jugadores de River Plate rodearon a Ezequiel Barco para impedir que los jugadores de Atlético Tucumán desconcentrarán al futbolista.
Mientras que Borja vivía su propio drama, propio de la frustración por no poder cobrar el penalti y el desplante de sus propios compañeros de equipo, el único que se le acercó fue Nacho Fernández, quien buscó calmar al goleador del equipo ‘millonario’.