El encuentro entre Barcelona y Paris Saint-Germain terminó con un ambiente candente luego de la victoria del equipo parisino en el Estadi Olímpic Lluís Companys. Tras una remontada en desventaja, los jugadores y técnicos del PSG celebraron efusivamente su avance a las Semifinales, lo que generó roces con el equipo culé.
Kylian Mbappé, uno de los protagonistas de la noche, ingresó exaltado al túnel de vestuarios, manifestando su alegría de manera enérgica junto a sus compañeros. "Esto es futbol y es en el campo donde hay que hablar", expresó el jugador francés, añadiendo tensión al ambiente.
La reacción de Mbappé provocó molestia en algunos jugadores del Barcelona, quienes interpretaron sus celebraciones como una provocación directa hacia ellos. Esto desencadenó una serie de altercados que involucraron a jugadores, cuerpos técnicos y personal de seguridad.
A pesar de la tensión, no se registraron agresiones físicas graves. Mbappé, autor de los dos últimos goles que sentenciaron la eliminatoria, abandonó el terreno de juego con una mezcla de alegría y polémica.
Tras el controvertido gesto, Mbappé compartió un abrazo con el presidente Nasser Al-Khelaïfi antes de dirigirse a los vestuarios para continuar con la celebración del PSG.