John Stones salvó al Manchester City con otro gol postrero y el reinante campeón de la Premier League doblegó el domingo 2-1 al alicaído Wolverhampton para quedar como líder provisional.
Stones cabeceó a la red un tiro de esquina en el quinto minuto del tiempo añadido al final. El gol fue confirmado por el VAR tras la consulta del árbitro Chris Kavanagh sobre si Bernardo Silva habría interferido con el arquero Jose Sa desde una posición adelantada.
La decisión de Kavanagh le costó a los Wolves apenas su segundo punto de la temporada y provocó la furia del técnico Gary O’Neil en la banda. El City lidera con dos puntos diferencia sobre Liverpool, que más tarde recibía a Chelsea.
El central Josko Gvardiol igualó para el City con un soberbio derechazo desde fuera del área a los 33.
Pero los Wolves repelieron el constante asedio del City hasta la intervención agónica de Stones, autor también de un gol ante Arsenal en el octavo minuto de descuento el mes pasado.
El delantero noruego Jorgen Strand Larsen había adelantado a los anfitriones con su gol a los siete minutos.