Efraín Juárez, técnico mexicano del Atlético Nacional, no ha pasado desapercibido en la liga colombiana, no solo por su trabajo al frente del equipo verdolaga, sino por los problemas generados por sus efusivos festejos.
Su estilo de celebración ha provocado roces con rivales, como el enfrentamiento con Pablo Peirano, técnico de Santa Fe. Sin embargo, la controversia más grande llegó tras ser sancionado con tres años sin poder ingresar a los estadios, acusado de provocar a aficionados del Independiente Medellín, algo que el estratega mexicano niega categóricamente.
Ante esta decisión, el Atlético Nacional inició un proceso legal para revertir la sanción. La medida, tomada por la inspectora María Alzate, también generó reacciones políticas.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, criticó duramente la decisión a través de sus redes sociales, calificándola de “desproporcionada”: “Absurdo. No estoy de acuerdo con la decisión en primera instancia de un funcionario que sanciona al técnico del Nacional con tres años sin poder ingresar al estadio. A la inspectora que toma esta equivocada decisión, solo le faltó expulsarlo de la ciudad. Me parece una medida contraproducente y desproporcionada”.
El caso incluso derivó en una protesta de inspectores en la plaza La Alpujarra, quienes exigieron respeto a sus decisiones tras las críticas del alcalde. El medio Blu Radio Antioquia reportó que los inspectores defendieron la autonomía de sus procedimientos en medio de esta polémica.
Por ahora, mientras se resuelve la apelación, Juárez deberá cumplir una suspensión de cuatro partidos (dos de Liga y dos de Copa), aunque su club ha dejado claro que no le impondrá restricciones a su expresión.
“No se le coartará su libertad de expresión a Efraín, pero se buscará una manera distinta de celebrar, menos efusiva, y que se exprese sin que nadie lo interprete como una agresión”, explicó Sebastián Arango, presidente del Atlético Nacional.
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