El portugués Cristiano Ronaldo, delantero del Juventus Turín, acudió este lunes al cuartel general de Ferrari en Maranello junto al presidente del club, Andrea Agnelli, y de John Elkann, presidente de Exor, monopolio holandés controlado por la familia Agnelli que es máximo accionista del club juventino y accionista de la marca automovilística, para comprar un Ferrari Monza de 1.6 millones de euros, de acuerdo a la Gazzetta dello Sport.
Sin embargo el movimiento no cayó del todo bien dentro de la plantilla, pues de acuerdo al rotativo italiano, jugadores mostraron su inconformidad respecto a los privilegios que CR7 goza fuera de la cancha.
El delantero luso, de 36 años no participó en el entrenamiento del equipo en la Continassa, lo que despertó voces en el vestidor, pues suele tener permisos para atender asuntos personales o de patrocinadores; además de que sus relaciones fuera del club no van más allá del tercer portero Carlo Pinsoglio.
Su visita a Maranello junto a la cúpula directiva del Juventus se produce en un día en el que el vicepresidente del club, el checo Pavel Nedved, aseguró a la televisión italiana "Mediaset" que el futuro de CR7 estará en Turín también la próxima temporada.
Cristiano tiene contrato con el Juventus hasta el 30 de junio de 2022, aunque su continuidad está en el aire por los resultados negativo del club, que está actualmente fuera de los puestos de Liga de Campeones de la Serie A.
Paulo Dybala y el mismo Ronaldo alcanzaron los cien goles con la camiseta del Juventus y propiciaron el triunfo 3-1 en el campo del Sassuolo este miércoles, pero el equipo turinés sigue fuera de los puestos de Liga de Campeones a falta de dos jornadas para el final.