Atlético de Madrid venció este miércoles a Lazio 2-0 en el Metropolitano y ya está a la espera de qué equipo será su rival en los Octavos de la Champions League.
El cotejo arrancó con cierta tranquilidad, teniendo en cuenta la posición y el partido a disputar. El conjunto colchonero tuvo el control del balón durante la mayoría de los primeros minutos, con pases cortos y seguros.
Lazio, por su parte, se centraba en esperar el balón y buscar oportunidades a la contra.
Sin embargo, el cuadro español llegaba con mucha facilidad a las tres cuartas partes del terreno rival, y el club italiano lo pagó temprano.
El primer gol por parte del lado local llegaba tras una buena combinación entre Lino y Griezmann. El brasileño se lleva un balón dividido en la esquina del área rival, y pone un esférico perfecto al centro del área, donde apareció Antoine Griezmann para disparar al arco.
Tras el gol, el equipo dirigido por Maurizio Sarri, subió de manera considerable las líneas de defensa, por lo que la presión sobre los rojiblancos fue mucho más evidente.
Gracias a eso, Lazio comenzó a llegar de manera más constante a las inmediaciones de Jan Oblak. Sin embargo, el esloveno no concedía ni una oportunidad.
En la mitad de los primeros 45' y cinco minutos, el juego era en todo el centro del campo. A Atlético le costaba mucho salir con el balón, y la Lazio no estaba del todo conectado para crear contras peligrosas.
Lazio fue poco a poco tomando confianza, y con la puesta en el césped del equipo rojiblanco, cada vez llegaba con más facilidad al área pequeña local.
El partido se estancó en un bache con el Atleti apagado y Lazio sin ideas. Sin embargo, Lino tomó el ritmo del partido, y con un partido muy activo del jugador brasileño, las llegadas por su banda suponían un rompecabezas para el equipo italiano.
Minutos antes del descanso, tras una llegada ejemplar de Mario Hermoso por la banda izquierda, el rojiblanco consiguió meter el balón en la portería rival, sin embargo, Lino se encontraba en la línea de gol con el portero de Lazio, y el VAR anuló el tanto por fuera de juego.
Tras el descanso, Diego Pablo Simeone realizó cambios sustanciales en el equipo, y dieron resultado. El segundo gol del encuentro subió al marcador en el lado local cinco minutos después del descanso. Samu Lino remató un balón muerto en el área rival.
El conjunto colchonero salió al campo con 'otro chip' y las llegadas a la portería de la Lazio eran cada vez más comunes y más peligrosas.
Después de todo un asedio del club rojiblanco al rival, en el 73' y con los cambios ya hechos, Memphis se dispuso a tirar una falta en el borde del área, que acabaría con Morata fallado el tercer tanto por tan solo unos metros.
Lazio parecía haber ya aceptado la derrota, pues a pesar de tener alguna oportunidad de cara a la portería rival, no terminaba de crear un peligro que pusiese en duda un resultado que, de primeras, no era muy abultado.
Los últimos minutos del encuentro fueron bastante tranquilos. A pesar de que ambos equipos conseguían llegar al área contraria, ninguno de los jugadores en el césped tuvo que hacer esfuerzos extra para conseguir un balón o terminar una acción.