España ganó su primer título de la Copa Mundial Femenina menos de un año después de una rebelión de jugadoras, al vencer el domingo 1-0 a Inglaterra tras el gol de Olga Carmona en la primera mitad.
La victoria convirtió a La Roja en el primer equipo en ostentar los títulos mundiales Sub 17, Sub 20 y senior al mismo tiempo. España es el quinto ganador en nueve ediciones de la Copa Mundial Femenina y se une a Alemania como las dos únicas naciones en ganar tanto el torneo masculino como el femenino.
Cuando sonó el pitido final, los jugadores españoles se amontonaron frente a su portería. Todavía estaban bailando en el campo hasta la presentación de trofeos, donde besaron el trofeo y levantaron los brazos triunfantes mientras el brillo dorado caía desde arriba.
Las Lionesses estaban tratando de traer una Copa del Mundo a Inglaterra por primera vez desde 1966, pero se quedaron cortas.
“Son un equipo fantástico. Creo que en la primera mitad no estuvimos lo mejor posible, en la segunda mitad definitivamente pusimos el fuego”, dijo la capitana de Inglaterra, Millie Bright. “Pero sí, simplemente no pudimos terminarlo hoy. Esta es la parte difícil del futbol”.
Para Inglaterra, dijo Bright, la pérdida trajo una "enorme cantidad de decepción".
“Sabes que al principio sientes que fallaste al no ganar”, dijo. “Creo que en un par de semanas y se asiente, estará muy, muy orgulloso”.
En un partido de fuerte ataque, el zurdazo de Carmona en el minuto 29 fue el único gol.
En celebración, levantó su camiseta para revelar la palabra "Merchi" garabateada con tinta en su camiseta, un aparente guiño a su antigua escuela.
Carmona también anotó el gol de la victoria en el minuto 89 de la victoria de España por 2-1 en la Semifinal sobre Suecia , convirtiéndose en la primera jugadora desde Carli Lloyd en 2015 en marcar en una Semifinal y Final de la Copa del Mundo.
España tuvo la oportunidad de doblar la ventaja en el 68, pero el intento de penalti de Jenni Hermoso lo paró Mary Earps, que se anticipó perfectamente y se lanzó a su izquierda.
La victoria de España se produce a pesar de que los jugadores casi se amotinaron el año pasado. Quince jugadores dijeron que se alejaban de la selección nacional por su salud mental y también pidieron un ambiente más profesional.
Tres de esas jugadoras —Ona Batlle, Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey— se reconciliaron con la federación y estuvieron en el Mundial.
