Oídos sordos. A pesar de que la selección de Brasil hizo énfasis en un 'alto al racismo' previo a la goleada ante Túnez en un partido de preparación para la Copa del Mundo, un pequeño puñado de inadaptados que se dio cita en el Parque de los Príncipes generó un acto de discriminación contra la Canarinha.
Una banana fue arrojada desde el graderío hacia un lugar de la cancha donde los futbolistas brasileños festejaban un tanto.
Richarlison había conseguido recién el segundo gol de la Canarinha, cuando el plátano cayó cerca de él y de sus compañeros, quienes festejaban junto a uno de los banderines de córner. Además, cayeron también cerca de los jugadores una botella de agua y otro objeto.
Cabe recordar que Brasil buscó aprovechar el partido para pronunciarse contra el racismo. Antes del puntapié inicial, los jugadores posaron con un cartel que decía: “Sin nuestros jugadores negros, no tendríamos estrellas en nuestra casaca”.
Fue una referencia a las cinco estrellas que conmemoran los títulos del Mundial obtenidos por la selección brasileña. La Confederación Brasileña de Futbol condenó el hecho e instó a endurecer las medidas para “combatir el racismo”. El presidente de la CFB se dijo conmocionado por lo ocurrido.
“El castigo contra estas acciones necesita ser más severo”, afirmó Ednaldo Rodrigues.