Momento para reflexionar. En una muestra más de que se deben trabajar los valores en el plano deportivo, el futbol nuevamente quedó manchado por actos de racismo y discriminación.
Durante el juego entre el Hoffenheim y el Bayern Munich la Jornada 24 de la liga alemana, algunos pseudoaficionados del conjunto bávaro mostraron su poca educación al realizar actos de 'odio' contra el presidente del
Hoffe, Dietmar Hopp, por considerarlo un símblo de la comercialización del futbol.
Ante esta situación de violencia, el silbante del encuentro, Christian Dingert, optó por suspender el juego en dos ocasiones, mientras que los jugadores del Munich trataban de calmar los ánimos de sus fanáticos.
Con el resultado a su favor (0-6) y en un acto de 'paz', los jugadores del Gigante de Baviera optaron por pelotear con el equipo rival los últimos 15 minutos del juego.
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