En un contexto en el que la percepción del Barcelona no experimenta mejorías, el club podría enfrentarse a un revés económico y reputacional. A menos que se produzca un cambio drástico, los azulgranas están prácticamente eliminados del nuevo Mundial de Clubes, programado para el verano de 2025 en Estados Unidos, debido a sus derrotas en la fase de grupos ante Shakhtar y Antwerp.
El próximo Mundial de Clubes contará con un formato de 32 equipos distribuidos en ocho grupos de cuatro, con dos plazas disponibles en Octavos de Final. A partir de ahí, se llevarán a cabo eliminatorias.
12 de estos equipos serán europeos, con la restricción de dos clubes por país. Aquí surgen complicaciones para el Barcelona, ya que, de no ganar la Champions League, donde los campeones se clasifican automáticamente desde 2021, por lo que el Real Madrid tiene una plaza fija, se enfrentará al Atlético de Madrid, a menos que la Real Sociedad gane la Champions, en ese caso será la Sociedad quien asista al Mundialito.
En el actual ranking, basado en los resultados de la UEFA, el Atleti cuenta con 62 puntos, mientras que el Barça tiene 55. Se otorgan dos puntos por victoria, uno por empate y uno por cada ronda avanzada en los partidos restantes.
La derrota ante Shakhtar y Amberes le costó al Barcelona cuatro puntos, lo que se traduce en una tarea difícil para Xavi y sus jugadores, quienes necesitan sumar ocho puntos más que el Atlético en lo que resta de la temporada. Esto implica, prácticamente, avanzar dos rondas más que los Colchoneros, no solo pasando, sino también logrando victorias.
La situación representa más que un dolor de cabeza; no solo está en juego el prestigio, ya que la élite europea ya ha confirmado su estatus mediante sus resultados, sino también considerables sumas de dinero.
El ganador del Mundial recibe un premio de 100 millones de euros, y hay una cifra fija sustancial de 50 millones para cada club por participar. No figurar en este selecto grupo sería un golpe económico significativo para el club azulgrana.