Como ya es una tradición en los últimos 13 años, Barcelona consiguió su boleto a los Octavos de Final de la Champions League, y lo hizo comandado por el de siempre, por Lionel Messi.
En el partido 700 del mago argentino con el cuadro culé, Messi anotó un gol y repartió dos asistencias a sus mejores aliados: Luis Suárez y Antoine Griezmann, para el 3-1 al Borussia Dortmund en Camp Nou.
Con el francés no paro de abrazarse en cada uno de los festejos catalanes, desmintiendo una vez todas las versiones de la prensa que apuntan a una mala relación entre los dos cracks.
Valverde apostó de inicio por Rakitic en mediocampo, por una defensa francesa (Lenglet y Umtiti), y por Dembelé como acompañante de las leyendas sudamericanas. Sin embargo, el joven galo volvió a lesionarse y obligó a la entrada de su compatriota.
Ya con el tridente millonario en el campo, la magia blaugrana comenzó a fluir, a pesar de un tanto anulado a Suárez por el VAR, pero unos minutos más tarde el uruguayo se sacó la espina al abrir el marcador.
Al 33', Messi definió con un tiro cruzado que pasó entre Bürki y media zaga visitante para la segunda diana local. De esta forma, el pampero terminó con su sequía ante el conjunto teutón y ya es el primero que ha marcado a 34 clubes diferentes en Champions.
En el complemento, Leo sirvió a Griezmann en un contragolpe letal y el Campeón del Mundo desató la locura en toda Catalunya con el tercer tanto. Ya con las revoluciones bajas, Jadon Sancho hizo el del descuento al 77'.
Con este resultado, Barcelona llegó a 11 puntos y aseguró el liderato del Grupo F, mientras que Borussia cayó al tercer peldaño del sector con siete unidades y peleará por el boleto en la última fecha ante el Slavia Praga, con un ojo en lo que haga el Inter de Milán frente a los culés.