Los checos vuelven al escenario donde rozó la gloria hace 25 años, cuando perdió en Wembley la Final de la Eurocopa 1996 frente a Alemania en la prórroga. Y es que aunque la antigua Checoslovaquia ganó la edición de 1976 con el famoso gol de Panenka en la tanda de penaltis, desde que nació la República Checa como país en 1993, su techo es la Final del 96.
En la próxima Euro, los dirigidos por Jaroslav Šilhavý tendrán que dar su mejor nivel para luchar por los Octavos de Final. Cabe mencionar que en la fase de clasificación, República Checa fue la única selección que pudo derrotar al combinado inglés.
Así, con una nueva generación de jugadores, lejos de los grandes clubes, buscan que el espíritu del 96 los encamine a una nueva gesta, con nombres como Patrik Schick, Tomáš Souček, Vladimir Darida, Jakub Jankto y el portero Tomáš Vaclík como las caras más reconocibles de un conjunto que tiene como base al gigante local, Slavia Praga.
Su táctica de juego es simple: transiciones rápidas con el objetivo de hacer daño a la contra, las cuales le permitieron sumar 15 puntos en la clasificación.