El partido entre España y Eslovaquia estaba empatado sin goles y solo una jugada poco común podía romper el cero, y el encargado de hacerlo fue el arquero eslovaco.
Martin Dúbravka realizó una de las jugadas más extrañas de la Eurocopa luego de meter autogol tras un rebote que parecía de rutina para un portero profesional.
Cerca del minuto 30 un disparo de larga distancia de Sarabia se estrelló en el travesaño y el rebote tomó una trayectoria vertical con mucha altura.
El arquero eslovaco se encontraba midiendo el balón, pero cuando brincó para hacerse de la pelota este la remató con el brazo como si se tratara de voleibol y metió la esférica dentro de su propia red.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: THOMAS MEUNIER: 'GANAR LA EURO ES MÁS GRATIFICANTE QUE GANAR EL MUNDIAL'
Este tanto le sirvió a España para abrir el marcador y después encaminar el partido hacía su favor en un partido crucial para su clasificación a los Octavos de Final.