Este fin de semana se llevó a cabo el Gran Premio Histórico de Mónaco, competencia que se creó en 1997, con motivo del aniversario de los 700 años de la Dinastía de los Príncipes de Mónaco. Al contrario que el Gran Premio de Fórmula 1, el Gran Premio Histórico se celebra cada dos años y tiene lugar dos semanas antes del Gran Premio de Mónaco.
Este evento especial es la oportunidad perfecta para sacar a relucir los bólidos de carreras más clásicos del automovilismo, sin importar la época como el Maserati 250F o los Lotus y Williams campeones del pasado.
Ferrari, por su parte, sacó a relucir el histórico 312 B3 que Niki Lauda pilotó durante la temporada de 1974 y fue Charles Leclerc, su piloto de Fórmula Uno, el encargado de manejarlo.
Sin embargo, no todo salió bien para el conductor monegasco que chocó el monoplaza italiano en La Rascasse, afectando la parte trasera del coche.
"Cuando crees que ya has tenido toda la mala suerte del mundo en Mónaco... pierdes los frenos en La Rascasse con uno de los Ferrari más icónicos de la historia", redactó Leclerc en redes sociales tras el incidente.
