El filósofo neerlandés Baruch Spinoza (1632-1677) llamaba a la intuición intelectual como una inspiración para trascender hacia la inmortalidad, y cuatro siglos más tarde, su connacional Max Verstappen se ampara precisamente en lo más profundo de su racionalidad para encontrar ese punto de equilibrio y estar por primera vez en la cima de la clasificación del Mundial de Pilotos de la Fórmula 1. La antesala de la consecución de su más grande sueño, del que ha sido privado por la voracidad de Mercedes.
Su juventud ilusionó al deporte motor tan pronto incursionó a los 17 años y 166 días en la máxima categoría como el más joven de todos los tiempos en hacerlo. Aquella apuesta de Toro Rosso —y casi inmediatamente de Red Bull— pasó de parecer un capricho a convertirse en la más grande promesa en mucho tiempo en las pistas del Gran Circo. Y entre la inmensidad del desierto provocado por el acaparador equipo de las Flechas Plateadas, ‘Mad Max’ encontró un esperanzador oasis en estas primeras cinco carreras del año.
El piloto de 23 años está en su mejor momento desde que hace cinco años incursionó en la F1 y tiene también a Red Bull en la cima del Campeonato Mundial de Constructores. Verstappen posee cuanto récord existe como el piloto más joven en cada rubro a excepción de uno, que no podrá conseguir al haber sobrepasado la edad para conseguirlo.
Y aunque esa marca del campeón mundial más joven ha disminuido gradualmente en los últimos 15 años —habiendo sido mantenido durante mucho tiempo por Emerson Fittipaldi, que tenía 25 años y 303 días de edad cuando ganó su primer título en 1972— Max no pudo imponer ese hito debido al adverso contexto en el que llegó a la F1 y Vettel seguirá siendo el de menor edad en conseguirlo.
Como sea, con su triunfo en Mónaco —primero de su carrera en el Principado— Verstappen logró que por primera vez desde el Gran Premio de Alemania en 2018 que algún piloto de Mercedes no lidere el campeonato. El neerlandés llegó a 105 puntos frente a 101 de Hamilton, por lo que se avecina una batalla sin piedad entre el multicampeón que acumula siete títulos mundiales —los últimos cuatro de forma consecutiva— y el impetuoso joven llamado a ser quien domine la máxima categoría en los próximos años.