Este domingo se llevará a cabo una edición más del Gran Premio de Mónaco, una de las carreras más emblemáticas dentro del calendario de la Máxima Categoría del Automovilismo, aunque también ha sido una de las más oscuras en la historia de la Fórmula 1.
A pesar de que Mónaco no registra un accidente fatal, sí es la antesala de dos fallecimientos de pilotos en los albores del automovilismo como deporte profesional, siendo el primero el caso de Alberto Ascari en 1955.
En 1955 Ascari pilotaba el monoplaza de la escudería Lancia y lideraba el Gran Premio de Mónaco de ese año, en las vueltas finales Ascari se salió del circuito en la curva de la salida del túnel, razón por la cual su auto se fue directo al mar, un grupo de buzos, que permanecen hoy día, lo rescataron de inmediato mientras su monoplaza se hundía en el mar del principado.
Apenas una semana después, Alberto Ascari pilotaba su Lancia en Monza, donde terminó sufriendo un accidente fatal que acabó con su vida el 26 de mayo de 1955.
10 años después, en 1965, Paul Hawkins pilotaba su monoplaza Lotus, al equivocarse en la chicana que sale de la curva del túnel, Hawkins se fue al mar, los buzos lo rescataron y mientras corría en otra competencia también perdió la vida, esto, unos días después de haber corrido en Mónaco.
Este domingo 26 de mayo Sergio 'Checo' Pérez tiene la oportunidad de ganar su segundo Gran Premio en el principado, aunque tendrá que batallar para poder volver a vencer en Mónaco.