La pasión es buena, pero cuando se desborda y los ánimos comienzan a calentarse la cosa va mal y eso ocurrió tras el Gran Premio de Brasil, donde los fanáticos mexicanos le pegaron con todo a Max Verstappen tras no dejar pasar a Checo Pérez.
El problema vino cuando, tras la carrera, el ataque mediático que sufrió Verstappen desató a los fans crippies del internet quienes, bien resguardados tras su monitor, llegaron a amenazar a la familia de Max, incluyendo a su madre y a su pareja.
"Tras la carrera, los medios me hacen quedar mal, pero no saben todo lo que pasó, que me atacaran así es ridículo. . . Todas las cosas que leí fueron bastante repugnantes. Más que eso, que comenzaran a atacar a mi familia, a mi madre, mi hermana, mi novia, mi padre… eso cruza la línea, más cuando no tienes todos los datos", comentó el neerlandés.
Así mismo el neerlandés dos veces campeón de la Fórmula 1 comentó lo ocurrido en la radio comunicación en Interlagos y expresó que, antes que sus intereses personales, está el equipo, el problema radicó en que la estrategia no se discutió antes.
"Tuvimos un problema de comunicación. Ni el sábado ni el domingo hablaron conmigo de un posible cambio de posición. . . En retrospectiva, debimos tener esa conversación antes. Nunca he sido un mal compañero, siempre he ayudado y ellos lo saben. Siempre mi prioridad es el equipo porque, al final del día, es un esfuerzo de todos", aseveró.