Lewis Hamilton llegó a Mercedes para reescribir la historia de la Fórmula 1. Con un título bajo el brazo, conseguido en su estancia con McLaren, el británico rompió lazos con la escudería inglesa y se convirtió en la piedra angular del equipo alemán para convertirlo en el gran dominador de la década pasada.
El camino no fue fácil, pues la primera temporada que corrió como Flecha Plateada, en 2013, fue de adaptación, con un cuarto lugar general, aunque la mancuerna que hizo con Nico Rosberg le permitió llevar a la escudería a la segunda plaza en el Campeonato de Constructores.
Pero todo cambió para el segundo año. Con un dominio absoluto de la categoría reina, Mercedes no se paró del trono de 2014 al 2021, con seis títulos para Hamilton en el camino: 2014, 2015, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021.
En medio se cruzó el increíble campeonato de Nico Rosberg en 2016, en una de las rivalidades internas más duras en la historia de la F1, con el alemán peleando cada carrera con el británico, quien de a poco demostró que era digno sucesor de Michael Schumacher.
Los problemas con los Flechas Plateadas coincidieron -o fueron provocados- con el renacer de Red Bull. Max Verstappen derrocó el reinado de Lewis y con aplastantes temporadas se ha consolidado como la nueva cara del seria.
Hamilton deja Mercedes luego de 10 temporadas, 222 carreras disputadas, 82 victorias, 148 podios, 3,726.5 puntos y seis títulos, legado que pinta para ser insuperable en los próximos años.
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