En medio de un escándalo, Geri Halliwell, conocida como Ginger Spice, ha tomado una posición firme exigiendo que su esposo, Christian Horner, corte lazos con una colega mujer y ajuste su comportamiento. La noticia surge tras la revelación de mensajes sexuales enviados por el jefe de Red Bull, lo que ha dejado a Halliwell devastada.
Halliwell, de 51 años, ha establecido reglas estrictas sobre el comportamiento futuro de Horner, incluyendo la comunicación por mensajes en su teléfono. La demanda incluye la exclusión de la colega mujer de la vida de Horner, aunque su presencia en el equipo Red Bull complica la situación.
Las tensiones se intensificaron con la advertencia del padre del piloto Max Verstappen de que el equipo "explotará" si Horner permanece. A pesar de sonreír para las cámaras en el Gran Premio, Halliwell ha dejado claro su descontento y establecido límites estrictos.
Aunque una fuente de la Fórmula 1 asegura que Halliwell ha mostrado "nada más que apoyo" a su esposo, la tensión es evidente. Horner se dirigirá a Arabia Saudita para la próxima carrera, mientras que Halliwell se mantiene ocupada en otros compromisos.
El escándalo se desató después de que Horner fuera absuelto de "comportamiento coercitivo" hacia la colega mujer en una investigación de Red Bull. Mensajes sexualmente sugerentes fueron filtrados, desencadenando la indignación pública y llevando a la retirada de un video promocional de Red Bull.
A pesar de los ataques dirigidos a la acusadora de Horner, Red Bull Racing insiste en que están enfocados en la carrera y no comentan sobre la situación. La incertidumbre rodea a Horner y Halliwell mientras enfrentan la repercusión de este escándalo en sus vidas personales y profesionales.