Las risas, los choques de mano y los abrazos regresaron a Max Verstappen y Sergio Pérez, quienes hicieron el 1-2 en el Gran Premio de los Estados Unidos.
La supuesta mala relación que hay entre ambos, por lo menos quedó de lado en Miami o así lo hicieron ver ellos. Por un lado, Max destacó el desempeño de su coequipero y Checo, afirmó que fue una victoria merecida para Verstappen.
“Lo di todo, el primer turno fue un poco pobre, tuvimos graining en el neumático y eso comprometió la carrera, no teníamos tanta diferencia de neumáticos y Max fue más fuerte y fue una victoria merecida para él”, declaró el mexicano el final de la carrera.
El tapatío apuntó que tuvo problemas con las llantas durante toda la carrera, lo que complicó su andas sobre la pista.
“El medio (neumático) inicialmente no funcionaba bien, eso comprometió nuestro ritmo y luego honestamente creo que Max tenía un ritmo tremendo con neumáticos duros. Tenemos que analizar qué pasó porque no teníamos buen ritmo”, añadió.
El ganador de la carrera apuntó que fue una linda batalla por el primer lugar con Checo y todavía más, por quedarse con la victoria.
“Tuvimos una pequeña batalla ahí con Checo que al final fue muy buena. Lo importante es que conseguimos un estupendo resultado para el equipo”, afirmó
“Sabíamos que eso tenía que venir (lucha con Checo), teníamos que hacerlo de forma limpia, arrancar desde la novena posición y llegar a esa posibilidad fue algo bueno”, destacó el actual bicampeón.
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