Si hay un rival con el que Checo Pérez no puede perder ni un metro sobre la pista ese es Daniel Ricciardo. Y no se trata de un pique personal entre el mexicano y el australiano, sino por todas los susurros que recorren los boxes que a toda costa quieren el regreso del #3 a Red Bull en lugar del tapatío.
Con esa enemistad artificial salida de la tinta de la prensa internacional, Sergio vivió una complicada arrancada en el Sprint del Gran Premio de Miami y vio al estelar de RB pasarlo para perder posiciones, pero Checo es mucho piloto y la Florida quedó claro.
El caos tras la luz verde no sólo dejó como consecuencia la caída de Pérez Mendoza ante Ricciardo, más atrás en la parrilla, Lando Norris (McLaren) y Lance Stroll (Aston Martin) abandonaron rápido la mini carrera sabatina.
Pero tras la breve tormenta, Checo -un poco 'empapado'- midió a Daniel, le soltó un poco el hilo y atacó. El mexicano calculó si ir por fuera, mientras que el australiano cuidaba la posición, entonces Sergio viró hacia la derecha y con un volantazo cambió de rumbo para recuperar la tercera posición por dentro.
A parir de ese momento, el #11 voló sobre Miami, pero no pudo escalar más para atacar a Charles Leclerc, segundo en el Sprint, y mucho menos poner incómodo a su compañero de equipo, Max Verstappen, monopolizador del fin de semana, como dicta la costumbre.
Tras la emoción dada por Checo y Daniel, todo pintaba para una carrera normal en la que Mad Max dominara… y así fue, aunque más abajo en la parrilla, el show revivió gracias a Kevin Magnussen y a Lewis Hamilton.
El danés perdió la cabeza en la lucha con el siete veces campeón del mundo e incluso recibió una fuerte advertencia de ser echado -más una sanción de 10 segundos- luego de empujar al británico de Mercedes fuera de la pista.
"Me sacó del circuito", lanzó molesto Hamilton, luego de querer tomar una curva ante la presión del piloto de Haas, quien cerró su monoplaza para tanto él como Lewis perder el trazado, lo que aprovechó Yuki Tsunoda. Aunque en la última vuelta el heptacampeón recuperó la octava posición, una penalización terminó por darle al japonés el último punto de la sprint.
