Sus antecesores en el puesto de segundo piloto de Red Bull Racing jamás pudieron adaptarse al auto y cayeron como una pila de fichas de dominó ante la presión de un equipo ávido de éxitos y urgido de inmediatez en los mismos. Después de dar una probada a la ingeniería de los monoplazas de su nueva escudería, Checo Pérez notó el grado dificultad de domar ese toro.
Incluso, Pérez Mendoza reconoció que pudieran pasar hasta cinco carreras para sentirse completamente adaptado al coche.
“Difícil poner un tiempo (de adaptación), pero yo creo que alrededor de cinco carreras es que voy a llegar mi potencial. Se necesita mucho tiempo para sentirse 100% cómodo", dijo el mexicano sobre el RB16B, ya que el auto shakedown usó el mismo chasis que Red Bull compitió en el Gran Premio de Abu Dhabi del año pasado.
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“Pero tengo que decir que hemos avanzado mucho en eso: cambiamos los asientos, ajustamos los cinturones. Cada vez que hacemos algo diferente. Esa es la prioridad, hacerme sentir cómodo con él, de modo que cuando lleguemos a Bahréin, ¡estemos listos para patear traseros!”, puntualizó.