En el mundo del deporte extremo, existe una gran variedad de alternativas para llenar el cuerpo de adrenalina y fuertes emociones, y en los últimos años se ha desatado una gran afición por el Slackline, deporte en donde el equilibrio y control del cuerpo es indispensable.
El deporte básicamente consiste en sujetar una cinta de un punto a otro, lo más tensa que sea posible, para que el deportista suba en ella y comience a ejecutar trucos mientras camina por ella a grandes alturas.
El Slackline se puede practicar en tres categorías distintas, una de ellas es el Highline, en donde se debe hacer un recorrido sin perder el equilibrio sobre la cinta a más de 20 metros de altura, en esta disciplina algunos deportistas usan arnés que los sujeta a la cuerda y otros mas arriesgados lo hacen sin ninguna protección.
Otra clasificación es el Waterline, en donde el atleta debe realizar distintas acrobacias y saltos en la cuerda que se encuentra ubicada sobre una alberca.
El Trickline, es quizá la menos arriesgada de las categorías pero igual de intensa y emocionante, aquí la cuerda se ubica a poca distancia del suelo para realizar trucos y saltos que desafían las leyes de la física.